jueves, 6 de enero de 2011

INVESTIGACIÓN y REFERENCIAS

Wikileaks o cómo destapar escándalos en Internet
Entidad sin ánimo de lucro, Wikileaks vive de donaciones. Según explican en el propio sitio, fue fundado por periodistas, activistas ciudadanos y personas preocupadas por los Derechos Humanos.
Su existencia se ha visto perturbada por distintos tipos de problemas legales. Por ello, el sitio anunció el cierre temporal y aseguró que espera volver a la actividad pronto. Estos últimos días se han concentrado en la búsqueda de fondos.
Si atendemos al columnista y académico John Naughton,  en un artículo para uno de los más importantes diarios on line del mundo: The Guardian, estamos “ante el primer y verdadero enfrentamiento sostenido entre el orden establecido y la cultura de Internet”. La filtración en Wikileaks de un cuarto de millón de documentos diplomáticos del Departamento de Estado de EEUU en cinco grandes medios de comunicación mundiales es el detonante del culebrón por excelencia del último trimeste del pasado año.
Julian Assange fue entonces arrestado tras entregarse a las autoridades británicas, pero no por nada relacionado con Wikileaks, sino por un supuesto delito sexual. A las 24 horas de su arresto, tanto compañías como Paypal o Amazon cancelaron su relación económica con Wikileaks, mientras responsables estadounidenses condenaban enérgicamente la filtración realizada por uno de los suyos,el soldado Bradley Manning (en prisión a la espera de juicio). El mismo Departamento de Estado que hace menos de un año decía esto en boca de la secretaria de Estado, Hillary Clinton (en China, en relación a Google: “La información nunca ha sido tan libre. Incluso en los regímenes más autoritarios, las redes de información contribuyen a hacer que los Gobiernos sean más responsables, y que la gente contribuya a descubrir nuevos hechos”.
Qué ironía, que las así llamadas democracias liberales estén intentando cerrar Wikileaks.
El debate queda entonces abierto, a la luz de lo anterior: ¿Puede una simple página de Internet sin publicidad ni ayudas públicas destapar documentos comprometidos, de alcance internacional, como la ideología xenófoba de un partido político en Reino Unido, el ataque indiscriminado del Ejército de EE UU contra un cámara de la agencia Reuters o, ahora, los papeles que revelan muertes de civiles y el doble juego de Pakistán en la lucha contra los talibanes? La respuesta solo es una: sí desde que existe Wikileaks.
Desde su creación en diciembre de 2006, este portal ha conseguido convertirse en un altavoz incómodo para los gobiernos, los poderes públicos y las empresas multinacionales. Con más de un millón de documentos o informes en su haber en sus años de existencia, Wikileaks (wikifiltraciones, en castellano) funciona como una especie de contenedor online de filtraciones, un proyecto que desde el primer día se abrió a los ciudadanos aunque, eso sí, se perdió de vista al reportero tradicional, que hacía de enlace y aplicaba su criterio entre la fuente y el medio. En el propósito de Wikileaks, mientras tanto, está por encima de todo proteger a sus fuentes, conocidas por ellos mismos como los whistleblowers.
De esta forma, la web, creada por periodistas y activistas anónimos al modo de la enciclopedia participativa Wikipedia, ofrece a cualquier usuario la posibilidad de alojar anónimamente mediante una conexión cifrada textos, audios o vídeos confidenciales cuya autenticidad el portal se encarga posteriormente de verificar.
Con presencia en Twitter y en Facebook, Wikileaks ha pasado de ser un sitio de escasa repercusión a un portal referente a nivel mundial por el peso de sus informaciones. En 2008, recibió el premio al medio de comunicación del año por la revista Economist. En 2009, el portal y su fundador, Julian Assange, ganaron el premio de Amnistía Internacional en la categoría de Nuevos Medios por sacar a la luz informes sobre las matanzas de Kenia.

Libertad de expresión y libertad de información: derechos humanos protegidos internacionalmente
Libertad de expresión
Nunca se ha hablado tanto como en nuestros días, en todo el planeta y desde todos los frentes y posiciones ideológicas, sobre el tema de la libertad de expresión.
Definir la libertad de expresión es algo complejo porque el lenguaje con que se la ejerce en multifacéticas manifestaciones, pasa previamente por la conciencia de seres humanos con valores determinados y cargas ideológicas definidas.
¿Pero qué es la libertad de expresión?
Poder pensar libremente y manifestarlo sin impedimentos, sería una sencilla manera de definirla, y, así aceptada, su más amplia y única posibilidad de concretarse en una infinidad de actividades humanas. Como reza el artículo 19 de la Declaración de los Derechos Humanos, aprobado y proclamado el 10 de diciembre de 1948 por la Asamblea General de las Naciones Unidas: “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.”
Libertad de información
La libertad de información ha sido reconocida no sólo como crucial para una democracia participativa, de transparencia y de buen gobierno, sino también como un derecho humano fundamental, protegido bajo ordenamientos internacionales y dispositivos constitucionales. Declaraciones que pueden servir de precedentes e interpretaciones de diferentes organismos internacionales, entre ellos la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Organización de los Estados Americanos (OEA), el Consejo Europeo (CE) y la Commonwealth, así como avances en países de todo el mundo, demuestran ampliamente lo señalado.
El derecho a la libertad de información se refiere principalmente al derecho de acceso a la información en manos de organismos públicos. Refleja el principio de que los organismos públicos no poseen dicha información en beneficio propio, sino para beneficio de todos los individuos. En consecuencia, los individuos deben ser capaces de accesar a esta información, salvo que haya una razón de interés público para negar dicho acceso. Sin embargo, el derecho a la libertad de información comprende no nada más el derecho pasivo de tener acceso a documentos mediante solicitud, sino que comprende un segundo elemento, una obligación de los Estados de dar publicidad y de diseminar información clave de interés general.
Está empezando a surgir un tercer aspecto del derecho de acceso a la información: el derecho a la verdad. Dicho derecho se refiere a la obligación de los Estados de asegurar que los individuos conozcan la verdad respecto de casos serios de violaciones a derechos humanos, así como de otras situaciones sociales extremas, tales como un desastre ferroviario o una epidemia. En dichos casos no es suficiente que las autoridades permitan el acceso a sus archivos, ni que den publicidad a documentos clave que estén en su poder. Le incumbe al Estado asegurar que dicha situación sea completamente investigada y que los resultados de la misma se hagan públicos. La manera más drástica de llevar esto a la práctica, sería una comisión de la verdad, sin embargo, otros medios como las comisiones de investigación, serían también adecuados.

La libertad de información y la descontextualización de la historia
No vale la pena discurrir sobre las buenas o malas intenciones de quienes nos acercan un trozo de verdad. La verdad siempre es revolucionaria. En los últimos meses el imperialismo ha quedado al desnudo, en miles de documentos secretos o confidenciales que ha revelado WikiLeaks. Lo que todos sabíamos y ellos no negaban, probablemente satisfechos de la sospecha que infunde miedo, pero decían: "pruébalo". Aquí están las pruebas, aunque traspapeladas en miles de folios y de palabras vacías.
Algunos cables muestran que la diplomacia imperial es una combinación de espionaje y chantaje en los asuntos internos de supuestos “amigos” y enemigos. Otros revelan asesinatos alevosos en Afganistán y en Iraq, y la complicidad de los políticos que se autodenominan demócratas en Europa, con el asesinato y la tortura. Los grandes medios hechos para desinformar sesgan sus contenidos y enseguida empiezan a “olvidarlos”.
Por eso, esos cientos de miles de documentos deben conocerse y divulgarse entre nosotros, las víctimas actuales o potenciales. Mientras, la maquinaria trasnacional para la reconstrucción de la noticia selecciona y manipula la información, y luego la entierra, para centrarse en la figura de Julian Assange. Porque la pregunta que se hacen los gobiernos implicados y sus medios no es si el ocultamiento sistemático por un Estado de crímenes impunes es o no es en sí un crimen, sino su absurdo opuesto: si revelar ese crimen es un crimen.
Es bien sabido que los EEUU tienen uno de los mejores (si no el mejor) cuerpo diplomático del mundo, con presencia mediante embajadas, consulados y oficinas de representación comercial en prácticamente todo el planeta. Toda una red cuidadosamente tejida con el objetivo de representar y defender los intereses políticos, económicos y militares, obteniendo todo tipo de información para ello.
La filtración podría considerarse correcta o no, dado el carácter privado de los documentos, pero desde el punto de vista jurídico y bajo la perspectiva de la Constitución de los EEUU, difícilmente pudiera considerarse un delito haber hecho públicos los documentos. La Primera Enmienda garantiza entre otras cosas la libertad de prensa y de expresión.
En pocos días, el Gobierno norteamericano se ha cargado las garantías legales de la libertad de expresión, una de sus principales tradiciones y pilares dentro y fuera de sus fronteras. Frecuentemente EEUU critica a todo tipo de gobiernos totalitarios, que censuran la libertad de prensa, China, Cuba, Venezuela, por ejemplo. ¿Pierde el Gobierno norteamericano autoridad moral para continuar haciendo estos señalamientos? En lo sucesivo ¿Qué actitud asumirá hacia este tipo de países? ¿Podría volver a criticarlos sin esconder la mirada?, en todo caso, no es difícil de imaginar el tipo de respuestas que encontraríamos.

Wikileaks y los peligros de la libertad de expresión
Que los gobiernos como las personas tienen derecho a tener secretos es indudable. Como todo mundo, para poder llevar la fiesta en paz, es necesario un cierto nivel de hipocresía y guardarte lo que piensas realmente de cierta persona o ciertas acciones.
Pero cuando a alguien se le cae la mentira o se revela su hipocresía esta persona no tiene derecho a estar hostigando, amenazando o mandando a golpear a todos aquellos que muestren las pruebas o discutan sobre sus acciones.
Los gobiernos tampoco.
De acuerdo, se puede castigar a la persona que robó el secreto, pero los gobiernos no pueden perseguir ni castigar a quienes simplemente retransmiten lo que ya está afuera. Esto es lo que está pasando ahora contra WikiLeaks. Tal vez no haya estado del todo bien que revelen información que a fin de cuentas ni siquiera es tan importante, pero eso sería desde un punto de vista ético, no si tienen el derecho de revelarla ya una vez en sus manos. Aún así, si hubieran roto alguna ley debe seguirse el camino de las mismas leyes que los gobiernos deben defender para castigarlos, no métodos y presiones extrajudiciales que parece ser lo que está pasando.
Estas acciones han provocado un ataque de grupos hacktivistas contra las empresas que han cedido a presiones para bloquear a WikiLeaks.
Las guerrillas han pasado del mundo real al ciber-espacio. Las guerrillas, una fuerza irregular, escurridiza, que genera un foco, ataca y se defiende, va expandiendo su territorio. Sin fronteras físicas, el movimiento actúa en la red a su antojo.
Mientras EEUU refuerza su ciber-comando, y las Corporaciones deniegan financiación a quién le digan …  los Hackers se reúnen en el famoso IRC, a lanzar ataques contra los enemigos de WikiLeaks. La lista de estos enemigos no es otra que gigantes corporaciones financieras y gobiernos imperialistas.
 “Si dejamos caer a Wikileaks sin una pelea, entonces los gobiernos van a pensar que pueden derribar cualquier sitio que quieran o con el que no estén de acuerdo”, afirmó un miembro de un grupo anónimo en el periódico británico The Guardian.
Hay muchos lazos entre el poder económico y el político que no se nos explican diariamente en nuestros medios tradicionales... En este estado de las cosas, cabe preguntarse si el fenómeno Wikileaks representa un mero bache o, por el contrario, es el inicio de una nueva serie de tendencias en el universo comunicativo. El clima de confusión y de desconfianza hacia el personaje de Julian Assange está en parte justificado, pero, por otro lado, refleja el conformismo y el interés del poder establecido en que persista un sistema de comunicación que, en suma, se dirige a reforzar la fe del ciudadano en una determinada realidad que encaja perfectamente con la conformación y relaciones entre los poderes existentes. Por ello, la irrupción de este peculiar personaje, al despertar a quien dormía, deviene necesariamente en atentado terrorista, y su fulminante detención se da por descontado.
Wikileaks debería dar paso a un nuevo modo de concebir la información, desligada del producto comercial y liberada, por tanto, de todo a lo que este queda actualmente sometida. La democracia, la que ellos quieren que mantengamos, está en peligro. Esperemos que el riesgo siga creciendo.

Acerca del suspense
Una película de suspense es básicamente una historia de intriga que se caracteriza por tener ritmo rápido, acción, héroes ingeniosos y villanos poderosos e influyentes. Posee un relato que tiene mayor consistencia y argumentación que otros géneros cinematográficos y su característica es que todos los elementos propios de un guión (personaje, antagonista, meta, conflicto, ritmo, etc.) están al servicio de una intriga, es decir al servicio de una acción que se ejecuta con astucia y ocultamente.
Así como la función del género de Terror es provocar un interés a través de emociones fuertes que ponen en estado de "alerta" al público; el género suspense quiere provocar un interés a través de la emoción, pero al mismo tiempo suma un interés de carácter mental; entonces una película de suspense funciona en la medida de que emociona e interesa cognitivamente al espectador.

Características
Los héroes en la mayoría de los thrillers son frecuentemente "tipos duros" acostumbrados al peligro, aunque también pueden ser ciudadanos ordinarios arrastrados al peligro por accidente.
Las películas de suspense se solapan frecuentemente con historias de misterio aunque son distinguidas por la estructura de su argumento. En suspense, el héroe debe frustrar los planes de un enemigo, en lugar de descubrir un crimen que ya ha sucedido. Los suspenses también suceden a una escala mucho mayor: los crímenes que deben ser prevenidos son asesinatos seriales o masivos, terrorismo o derrocamiento de gobiernos. Peligro y confrontaciones violentas son elementos estándar en el argumento. Mientras un misterio alcanza el clímax cuando el misterio es resuelto, un suspense alcanza el clímax cuando el héroe finalmente vence al villano, salvando su propia vida y frecuentemente las vidas de otros. Asimismo, este género suele referirse a películas cuyo fin es un tanto abierto, inconcluso y puede prestarse a distintas interpretaciones.
Fué Edgar Wallace, a quién se le concede la etiqueta de crear el genero "thriller" con su novela Los Cuatro Hombres Justos (1905). Gran parte de sus novelas fueron llevadas al cine, convirtiéndose en uno de los escritores más famosos de la inglaterra de comienzos del siglo XX.

Referentes temáticos y estéticos
El "hacker" en el cine
WarGames – 1983: La promesa. Un joven genio en ordenadores se dedica a piratear los últimos videojuegos utilizando la técnica de “wardialing”, que consiste en hacer llamadas a una serie de números de teléfono al azar hasta encontrar módems conectados que permitan la conexión con algún otro ordenador. Sin embargo, su curiosidad lo lleva a meter las narices en el sistema W.O.P.R, ordenador central del Comando Aeroespacial Norteamericano de Defensa, desatando una crisis nuclear que podría dar inicio a la Tercera Guerra Mundial. Creativo, curioso e inteligente.



Hackers – 1995: Los profesionales. Un muchachito que a la inocente edad de 11 años terminó en la cárcel por haber provocado, en 1988, la caída de 1507 ordenadores de Wall Street, vuelve a las andadas al cumplir su mayoría de edad. Junto con sus compañeros de instituto, descubre una estafa empresarial de enormes dimensiones.



Pirates of Silicon Valley - 1999: Los dueños del circo. El ordenador personal que actualmente conocemos es el resultado de una guerra de trincheras entre los fundadores de Apple y Microsoft. Al menos eso cuenta el libro “Fire in the Valley: The Making of The Personal Computer” del autor Paul Freiberger y Michael Swaine en el que se basa el film.




Los medios de comunicación

El dilema (The Insider) - 1999: Es un “thriller” de despachos. La historia de una destrucción personal sin utilizar la violencia y la historia de una dura guerra, durante la cual se muestra la impunidad con la que actúan las compañías tabaqueras. Estas compañías han sido denunciadas en multitud de ocasiones, pero siempre han salido victoriosas en los juzgados. Para ello no dudan en realizar amenazas o poner en entre dicho la credibilidad de algunos individuos. Cuentan en sus filas con una larga lista de los mejores abogados, compran empresas e incluso medios de comunicación para manipular la opinión pública. Así nos muestra la capacidad de ese poder que ejercen las compañías tabaqueras que solventan con suficiencia los problemas judiciales y se ríen de la legalidad y de la democracia.
La película está basada en hechos reales, en una batalla jurídica que se inicia en 1998 contra las siete grandes compañías de tabaco en América. Parece que poco a poco van perdiendo terreno y se están viendo obligadas a pagar grandes indemnizaciones.




El cine Expresionista Alemán. Aspectos estéticos
Más importantes que las temáticas para la identidad del cine expresionista, son sus recursos estéticos. Todos ellos en función de lo que puede ser calificado como una "atmósfera sugiriendo las vibraciones del alma (y que) flota tanto en torno a los objetos como a las personas"  (Eisner).
Uno de los recursos más importantes es el uso de la luz. En las puestas de escena expresionista la luz era un elemento constructivo fundamental. En ellas era común encontrar notables contrastes de luces y sombras, la iluminación repentina de un objeto o un rostro dejando el resto en penumbras como medio de enfocar la atención del espectador sobre aquel.
La interpretación es uno de los aspectos quizás más llamativos del cine expresionista (que incluso a veces puede resultar chocante para un desprevenido espectador de nuestra época). Cuando se quieren mostrar sentimientos (miedo, ira, deseo, etc) se hace intentando exteriorizar estas emociones de la forma más extrema posible, a veces en forma violenta y abrupta, a veces con movimientos entrecortados y mecánicos, sumándole a esto, en algunos casos, un excesivo maquillaje.
Es interesante destacar el hecho de que de los recursos cinematográficos mencionados el uso de luces y sombras será el único que seguirá teniendo vigencia años pasado el expresionismo, mientras que el resto de los recursos  ya han sido ampliamente abandonados en pos de un mayor realismo. En algunas películas son característicos los juegos de sombras y las escenas repletas de humo.


Mostramos a continuación un ejemplo del uso actual de la estética expresionista en el cine, el cortometraje "Mirindas Asesinas", de Álex de la Iglesia.


John Whitney o los orígenes del motion graphics
Es uno de los primeros y más importantes artistas que trabajaron con imagen digital y animación por ordenador, verdadero pionero del movimiento y creador de piezas absolutamente alucinantes. Su trabajo, parafraseando sus propias palabras, consiste en “evocar las emociones más explícitas de una forma directa, mediante sencillas configuraciones formales de tonos de tiempo”, a las que acompaña de audio para enfatizar el resultado.
A modo de ejemplo podemos ver los títulos de crédito de la película "Vértigo", de Hitchkock,  y “Permutations” (1966), una de sus composiciones más famosas y revolucionarias.




Se cita como referente al presente trabajo el expresionismo alemán en el cine, en relación a la iluminación, los efectos de sonido y el tratamiento de la imagen. Si bien es cierto que, en cuestiones temáticas, el guión no mantiene relación alguna con el cine de este período, existen en el cine actual ejemplos de cineastas que han utilizado esta estética en alguno de sus trabajos para aportar significado a la imagen. Toma protagonismo en nuestro trabajo, por el tema a tratar, lo cibernético, que se incluye visualmente en los títulos de crédito, que consistirán en una animación con una estética a caballo entre las tendencias actuales y los trabajos de John Whitney, precursor de lo que ahora se conoce como "Motion Graphics". Esta estética se toma como referente, por tanto, para envolver el resultado en un halo de misterio, así como también para buscar un lenguaje visual distinto al que nos tiene acostumbrados el cine de acción y de suspense actual. Lo cibernético pasa entonces, así, a aparecer como algo siniestro, oculto, que por ello toma su poder. 

Fuentes:
www.elpais.com



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